Nació en Buenos Aires el 27 de marzo de 1905. Inició sus estudios en la Academia nacional de Bellas Artes y en 1921 viajó a Europa. Estuvo en Alemania hasta 1923, en que se trasladó a Italia, ingresando en la Real Academia de Brera (Milán) donde permaneció hasta 1932.Se vinculó , en esa ciudad, al grupo de artistas de vanguardia congregado en torno de la Galería del Milione.
Efectuó numerosas exposiciones individuales en Buenos Aires a partir de 1934. Es el pintor poeta de su generación y a través de su vida ha practicado una temática de fantasía y de recuerdos, con típicos personajes del circo y del teatro, en sus obras iniciales; abandonó paulatinamente esa temática y afrontó posteriormente la composición con tipos humanos, la naturaleza muerta, el paisaje y retrato.
Un clima de sugestiva irrealidad caracteriza sus cuadros como consecuencia de una personalísima estilización de las formas y de la fisonomía no menos personal de sus ganas colorísticas, en extremo delicadas y finas, plenas de resonancias poéticas y esencias emotivas.
En 1953 realizó una serie de frescos de la iglesia de Santa Ana, Glew, en los alrededores de Buenos Aires y en 1966 realizó la decoración de la cúpula del Teatro Colón de Buenos Aires, obra que pintó al óleo sobre tela que después fue montada y adherida a la superficie interior de la cúpula.
Primer premio en el Salón Nacional de 1947, en la Bienal de San Pablo (1958) y Mención de Honor en la II Bienal de México (1960).
Premio Palanza otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes.
En julio de 1987 su cuadro La Virgen y el Niño fue incorporado a la colección arte sacro de los Museos del Vaticano en Roma.
Cúpula del Teatro Colón
En el Teatro Colón – parte de la cúpula pintada por el maestro y un sector de los palcos – Realización del año 1966
Niña recostada – Técnica mixta – Año 1976
Un pensamiento sobre “Raúl Soldi”
A principio de los años 60 tuve mi primer empleo, casi todos los dias tomaba el tren desde J.M.Drago hasta Retiro para llegar luego hasta los bancos Boston y City a depositar cheques. Cada vez que pasaba por la calle Florida no importaba si iba con tiempo o atrasado, me detenia 15 minutos a contemplar los biombos de Soldi en las vidrieras de Harrods. No entendia nada, absolutamente, de pintura, pero me atrapo esa pintura. Disfrutaba mucho esos 15 minutos. Algo similar me sucedio muchos años despues cuando vivi 9 años cerca del MET en N.York, con las exhibiciones de pintores impresionistas. Que placer da poder disfrutar de la pintura.