Hoy sorprende, César Novelletto dando un paso más allá en su propia formación a su regreso de Italia, país donde descubre la luz especialísima que campea en sus obras, diferenciándolo e identificándolo. Esto es apreciable a partir de su inspiración en su paso, entre 1995-1997 por Venecia, la antigua Roma y su entrañable Trastevere o su visita a Sperlonga, antigua ciudadela que ha dejado su huella en la paleta de este pintor; que tiene la maravillosa cualidad de no encasillarse en un tema, sino transmitir todo aquello que como impacto recibe su exquisita sensibilidad de artista.

Señalado como heredero de los más prestigiosos, nostálgicos y vigorosos testificadores del mundo pescador y marinero que engrandecieron la pintura argentina en esta temática y, encolumnándose tras de aquellos Maestros como Justo Lynch, Cleto Chiochinni y Oscar Vaz, Novelletto se planta frente a la banquina de pescadores, el Puerto de la Boca o en el Viejo Puerto de Frutos de Tigre, embanderándose con sus grises apenas embebidos en verdes con leves toques de rojos y azules, amarillos y naranjas, transportándonos casi romanticamente a escenas donde lo destacable es el paisaje humano. Esas figuras de pescadores es un primer plano acompañando la composición con una estructura que deviene de la clásica escuela de pintura italiana.

Rigor en el dibujo, seguridad y vigor en las pinceladas y logro en el mundo del arte que lo distinguió entre sus pares haciéndolo acreedor a las apreciadas recompensas.

Premios obtenidos:

– Primer Premio (año 1970) del Salón Marinista

– Gran Premio de Honor (año 1971) del Salón Naval.

Hoy sorprende, César Novelletto, dando un paso más allá en su propia formación, avanzando a pincelazos de luz, color y sensibilidad.