Joven…. muy joven irrumpe en el panorama de la plástica argentina consitando un interés con muy pocos precedentes, todo ésto de la mano de su talento y una muy depurada técnica que le permite moverse con comodidad en una tendencia estética tan exigente como el hiperrealismo. Dentro del hiperrealismo, Hermida cultiva el animal-art, una temática muy poco desarrollada en Sudamérica y en la cual se destaca el artista Jorge Rajadell como uno de los máximos exponentes en el mundo.
Hermida selecciona el tema y estudia minuciosamente al animal – sus hábitos y forma de vida – antes de realizar una obra, para luego reflejar en ella su inquietud de índole ecológica, siempre a través del gran esfuerzo que acomete al construirla con un protagonismo absoluto de la bestia, rodeada asimismo con un detallado trabajo en camino de una extrema perfección donde nos regala el paisaje que conforma su entorno.
Saludamos desde aquí a Gabriel Hermida, a su espíritu emprendedor y su agudo sentido de la observación, siendo estas virtudes sin lugar a dudas, las que lo catapultaran a la notoriedad.
«Belleza Salvaje» -Oleo-
0,90 x 1,40 mts.
«Cebra» – Oleo –
0,80 x 0,60 mts.
Detalle de ojos de la obra «Tigre echado en el bosque»
Gabriel Hermida intercambiando algunos conceptos con el gran artista Jorge Rajadell
«Guacamayos» – Oleo –
0,90 x 0,70 mts.
«Leona» – Oleo –
0,60 x 0,50 mts.
Leopardo – 0,50 x 0,60 mts
«Leopardo» – Oleo-
0,50 x 0,40 mts.
Puma – Oleo –
0,70 x 1,00 mts.
«Tigre» – Oleo –
0,60 x 0,70 mts.
«Tigre de Bengala» – Oleo –
0,90 x 0,70 mts.